¿Qué es Nueva Acrópolis?


La Sociedad Teosófica Cede el Registro Oficial de Jorge Ángel Livraga: Fin de un Mito

Los documentos oficiales revelan que Livraga no tenía intención de abandonar la Sociedad Teosófica. Su salida no fue voluntaria, sino consecuencia de denuncias falsas y acciones ilegales contra la ST, lo que derivó en su expulsión.


Agradecemos a la Sociedad Teosófica por haber cedido el registro oficial de Jorge Ángel Livraga en sus archivos. Este documento aporta pruebas directas e irrefutables que desmienten algunas versiones difundidas posteriormente sobre su salida de dicha organización.

En primer lugar, queda demostrado que Livraga no abandonó voluntariamente la Sociedad Teosófica para fundar Nueva Acrópolis, sino que fue formalmente expulsado por su conducta. Específicamente por usurpar el nombre de una rama de la Sociedad con el fin de obtener beneficios personales y por denunciar falsamente a la S.T. 

En segundo lugar, este hecho permite concluir que Livraga no tenía intención alguna de crear un grupo independiente ni mucho menos de cumplir alguna “misión” encomendada, como más tarde sostuvo. Por el contrario, su comportamiento evidencia que seguía viendo legítimas las doctrinas y las formas de la Sociedad Teosófica, tal como lo prueba la revista que continuaba editando bajo el nombre de la rama oficial, y también el nombre de los grupos de jóvenes que organizó. 

Además, tal como indicamos en el primer artículo, Livraga escribió un libro en 1960 (3 años después de la "supuesta" fundación de NA) en donde considera a la S.T. como vinculada a los Maestros. En ningún momento  considera a la S.T. en decadencia.

Por último, este registro revela que no existía ninguna relación directa ni continua entre Sri Ram y Livraga, como este último afirmó. De hecho, el entonces presidente de la Sociedad Teosófica no tuvo conocimiento completo del caso hasta que la situación desembocó en la expulsión oficial de Livraga y en la condena judicial que lo obligó a cubrir todos los gastos del proceso legal que él mismo había iniciado y perdido.

Este documento, por tanto, zanja cualquier duda: Jorge Ángel Livraga no se separó con una misión especial o por decisión propia, sino que fue apartado de la Sociedad Teosófica por faltas graves, contradiciendo la narrativa que más tarde elaboró para justificar la fundación de Nueva Acrópolis.


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